Villanueva de la Vera

Cuando llegué a Villanueva de la Vera todavía no había amanecido y pasear por sus calles resultó ser algo mágico.  El pueblo fue declarado en 1982 Conjunto Histórico-Artistico y ahora solo faltaba que me cruzara con Peropalo, personaje principal de los carnavales de Villanueva, para que pareciera el escenario de una película en plena Edad Media.  En sus calles no encontraba a nadie, solo salía un poco de ruido de los bares que empezaban a prepararse para la jornada.

Villanueva de la Vera es uno de los pueblos que mejor conserva la arquitectura tradicional de la comarca y puedo asegurar que vale la pena su visita, tanto de día como de noche. Sus calles estrechas y serpenteantes son recorridas por regueras que llevan el agua de la sierra a las huertas situadas más abajo.  En otras es normal encontrar plantas en macetas, que los vecinos colocan para decorar las calles.  Los aleros de las casas casi se tocan y en 


muchas ocasiones se superponen unos a otros, creando una especie de techumbre.


Cuando mis pasos me llevaron a la plaza de Aniceto Marinas, dedicada al escultor segoviano del que la población conserva una talla de San Antonio en la iglesia parroquial, el cielo ya iba tomando un color azul oscuro intenso.

Es una plaza porticada de forma irregular donde se sitúa el ayuntamiento y  una bella fuente.


Poco a poco la noche se aleja y decido volver a recorrer el pueblo, ahora con la luz del sol, visitando sus calles y rincones:  la calle del Rincón, el Lancho de la Ponderosa, el Chorrillo, la calle del Túnel, la calle Oscura y vuelta a la plaza de Aniceto Marinas, que puede que sea la más bonita de toda la comarca de la Vera.


Camino de vuelta en busca del coche pero antes me paro a contemplar la iglesia parroquial de la Inmaculada Concepción, con su torre iluminada por el sol de la mañana.


Y un poco más adelante está mi última parada, la Casa del Barco, que bien merece este nombre por la forma tan llamativa que tiene.  Es ejemplo, aunque algo exagerado, de la casa tradicional verata, con sus diferentes estructuras y materiales según las plantas o alturas.


Dejamos Villanueva de la Vera, pero pensamos en el momento de volver para conocer su famoso carnaval, el Peropalo, declarado de Interés Turístico Regional, y visitar sus riquezas naturales como la Cascada del Diablo y el Chorro de la Ventera.

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